Hemos acudido como testigos al juicio contra los sindicatos policiales Jusapol y Jucil celebrado en Vitoria-Gasteiz, por amenazas al parlamentario Julen Arzuaga

El parlamentario de EH Bildu, Julen Arzuaga, presentó la denuncia debido a las amenazas, insultos e intimidaciones que recibió en el Parlamento Vasco el pasado 4 de abril de 2019, en la votación de la Ley de reconocimiento y reparación de víctimas de vulneraciones de derechos humanos en el contexto de violencia de motivación política.

Miembros de Egiari Zor Fundazioa acudimos aquel día como público a la Cámara Vasca invitadas por Elkarrekin Podemos y EH Bildu a la votación de la Ley que, como más tarde valoramos, considerábamos suponía un avance más en el camino del reconocimiento y la reparación de las víctimas de la violencia del Estado.

El estupor se adueñó de nosotras cuando entendimos que quienes estaban sentadas en frente nuestro eran, ni más ni menos, las y los representantes de nuestros victimarios, que habían sido invitadas por el Grupo Popular del Parlamento Vasco. No podíamos creer que esta situación pudiera siquiera darse en el Parlamento Vasco. Nunca lo hubiéramos imaginado.

Nos encontramos en esta situación de manera fortuita, y la misma nos provocó gran desasosiego y una tensión emocional que nos vimos obligadas a gestionar también una vez abandonada la cámara.

Quienes allí acudimos somos familiares de personas que perdieron la vida a consecuencia de graves violaciones de derechos humanos, así como personas que hemos padecido vulneraciones gravísimas de derechos humanos en nuestras carnes, a manos de grupos terroristas auspiciados, amparados y financiados por el Estado, y a manos de la Guardia civil, la Policía Nacional o la Ertzaintza.

En declaraciones hechas a la prensa, hemos trasladado que nos parece del todo inmoral que se permitiese esta situación, sin informarnos previamente, sin siquiera darnos la oportunidad de decidir si acudir o no y compartir espacio con los representantes de nuestros victimarios. Esta fue una situación absolutamente inédita, sin duda en perjuicio de las víctimas de los cuerpos policiales a las que la Ley que se aprobó en aquella sesión está llamada a proteger.

Desde Egiari Zor Fundazioa hemos querido expresar nuestro apoyo al Sr. Julen Arzuaga y al grupo parlamentario de EH Bildu al que pertenece, que consciente de la situación gravosa y perjudicial para las víctimas de la violencia de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado allí presentes, intervino en orden de denunciar la situación vivida y la aberración que supone sentar frente a frente a víctimas y victimarios.

Deseamos, de la misma forma, señalar que nos resultó ciertamente triste que nadie a excepción del Sr. Arzuaga y su grupo se pusiese en nuestro lugar. Que nadie a excepción de él denunciase la absoluta falta de ética que demostraron quienes utilizaron a este lobby policial para ejercer presiones políticas en contra de una Ley que viene a dotar de derechos a víctimas de graves vulneraciones de derechos humanos que llevan, en muchos casos, décadas absolutamente abandonadas legal e institucionalmente.

Cuando desde Egiari Zor Fundazioa hablamos de la categorización que como víctimas sufrimos, no nos referimos solamente a la falta de reconocimiento institucional; hablamos también de la desigualdad a nivel moral que sufrimos al ser consideradas como víctimas “de segunda”, que quedó patente aquel día: fue la expresión más nítida del doble rasero que por desgracia, algunos tienen a la hora de referirse a nosotras y las vulneraciones de derechos humanos que hemos sufrido.

Lo vivido en aquella jornada no hace sino reforzar nuestro sentimiento de decepción ante la clara hipocresía política existente entre algunos sectores, que miran más al origen de la violencia que ha golpeado a las víctimas que a la vulneración de derechos humanos sufrida. Estamos absolutamente convencidas de que si el origen de la violencia sufrida por las víctimas y el signo de los victimarios hubiese sido otro, esta situación jamás se hubiese permitido.

Basta de dobles raseros y discriminaciones. Verdad, justicia, reconocimiento y reparación para todas las vulneraciones de derechos humanos que han tenido lugar en el seno del conflicto político vasco.