El reconocimiento oficial, la reparación y las garantías de no repetición son imprescindibles para acabar con el impacto que genera en las víctimas la dimensión de la tortura.

En el 41 aniversario de la muerte de Joxe Arregi como consecuencia de las torturas padecidas a manos de la Policía Española, realizaremos un acto en Zizurkil bajo el lema "Oso latza izan da" (Ha sido muy duro).

Hoy podemos afirmar que hemos superado el negacionismo, ya es una Verdad oficial que la tortura ha sido una práctica sistemática llevada a cabo con total impunidad.

Sin embargo, todavía estamos lejos de superar las consecuencias reales de la violación de nuestros derechos humanos. La cuestión del uso procesal de la tortura es una vez más actualidad. Esto ha afectado al pasado de muchas personas, pero hoy en día sigue afectando de manera directa al presente y futuro de varias víctimas de tortura. Esto es una anomalía democrática que hay que resolver, y por su gravedad es incomprensible el silencio de la mayoría institucional y política;