En la misma hemos informado de que no podemos mostrar nuestro apoyo a una unidad didáctica que nos excluye y niega al sujeto responsable de nuestra victimación, y que no nos sentimos representadas en los contenidos, por tratar estos de omitir la incidencia real de la violencia practicada por el Estado. Por ello, hemos solicitado al Gobierno Vasco la retirada inmediata del documento y que se de comienzo a la redacción de uno nuevo, que tenga como objetivo dar a conocer todas las violencias que han tenido lugar en el contexto del conflicto vasco.
A continuación la declaración completa leída por Ane Muguruza y Enkarni Blanco en la rueda de prensa de Bilbao:
Buenas tardes a todas y gracias por acudir a esta convocatoria, donde pretendemos valorar los contenidos de la unidad didáctica “Herenegun”, elaborada por la Secretaría para la Paz y la Convivencia del Gobierno Vasco, el Instituto de la Memoria Gogora y el Departamento de Educación.
Hoy, en nombre de la Fundación Egiari Zor, queremos mostrar el profundo sentimiento de incomprensión que esta unidad didáctica a provocado en nosotras. Incomprensión, dolor, enfado e indignación.
A pesar de que compartimos los objetivos a los que dicha unidad trata de responder, como son, educar en el compromiso con la paz, los derechos humanos y contra la violencia, consideramos que la labor llevada a cabo no responde en absoluto a los objetivos prefijados.
Esta unidad didáctica pretende abordar la memoria de lo ocurrido entre los años 1960 y 2018. Para ello, hace, prácticamente en exclusiva, un análisis crítico de la tragedia humana derivada de la violencia de ETA. Pero, sin embargo, trata de manera incomprensiblemente superficial otras violencias que existían con anterioridad o que fueron coetáneas: las ejercidas por parte del Estado, que también generaron gran cantidad de víctimas.
Para Egiari Zor Fundazioa, estas violencias no son menos graves, pues fueron ejercidas desde el poder político, gubernamental, policial y judicial. Y, por lo tanto, creemos que deben de ser igualmente reconocidas, narradas y reprochadas.
Por todo ello, no podemos mostrar nuestro apoyo a una unidad didáctica que nos excluye y niega al sujeto responsable de nuestra victimación. Como víctimas de la violencia practicada por el Estado, no nos sentimos representadas, por la terminología utilizada y por las graves omisiones que contiene.
Este texto evita citar las palabras violencia y Estado. Y así, lo único que se logra es continuar legitimando las actuaciones violentas practicadas por parte del Estado español en el contexto del conflicto. Obviar la responsabilidad de una de las violencias causantes del sufrimiento de este pueblo no es decente, no es ético y no contribuye a la no repetición. Que el responsable de garantizar y velar por los derechos de la ciudadanía vasca asesinó y torturó no puede omitirse en una unidad didáctica.
Por dar algunos ejemplos concretos,
• En el documento se usan términos como abuso ilegítimo de poder, terrorismo de respuesta.
• Se habla de impotencia policial para justificar la creación de los grupos terroristas de Estado, el uso de la tortura y otras violaciones de los derechos humanos, todos ellos inaceptables.
• Se simplifica de manera incomprensible lo que supuso la dictadura militar franquista y la denominada transición, periodos convulsos y sangrientos que sin duda marcaron la historia violenta de este pueblo.
• Se asumen las versiones oficiales a través de las cuales de han justificado un gran número de vulneraciones de los derechos humanos.
• El texto simplifica la terrible dimensión que la práctica de la tortura ha supuesto en este país.
• Etc.
Minimizando el dolor y el sufrimiento que estas actuaciones han generado caemos en una indiferencia moral ante numerosas violaciones de derechos humanos, las cuales son gravísimas. Además, se normaliza la impunidad de la que han gozado los agentes del Estado que practicaron la violencia. Y esa violencia, se diluye y se justifica.
Para finalizar, consideramos que es intolerable que, aún a día de hoy, mediante iniciativas de este tipo, se continúe desligando al Estado de la violencia que llevó a la práctica. Existe una responsabilidad política que nunca ha sido asumida tras la guerra sucia, la tortura o la violencia ejercida por las Fuerzas de Orden Público y las Fuerzas de Seguridad del Estado. La responsabilidad de torturar a miles de personas y de asesinar a cientos no corresponde sólo a los ejecutores, por cierto, en demasiadas ocasiones ascendidos y condecorados. Estos crímenes no han sido responsabilidad exclusiva del policía de turno, ni del mercenario pagado con dinero público.
Desde Egiari Zor consideramos que una unidad didáctica no puede caer en estas categorizaciones entre violencias, si verdaderamente pretende educar a las nuevas generaciones en una cultura de paz y de respeto absoluto hacia los derechos humanos. Una iniciativa de este tipo debe garantizar que da a conocer todo lo que en el seno del conflicto vasco ha sucedido, conocer todas las violencias que han existido, para que no puedan volver a repetirse. Y, “Herenegun”, claramente, no lo ha logrado. De lo contrario, corremos el peligro de inculcar a nuestras hijas e hijos que existió una violencia que, aunque vulnerara derechos humanos, fue justa y legítima.
Por todo ello, solicitamos que esta unidad didáctica sea retirada inmediatamente, y se de comienzo a la redacción de un nuevo documento que tenga como objetivo dar a conocer todas las violencias que han tenido lugar en el contexto del conflicto vasco. Para esta labor, consideramos imprescindible que, con el tiempo y la antelación suficientes, las instituciones y agentes sociales de Euskal Herria podamos hacer nuestra contribución, para así poder contar toda la verdad de lo sucedido y lo sufrido.