En la rueda de prensa de hoy hemos manifestado el malestar que nos han generado las humillaciones y agravios que las victimas de Estado hemos vuelto a sufrir estos últimos 10 días.
Estos últimos días han sido duros, difíciles de gestionar desde lo emocional, imposibles de entender desde la perspectiva ética que predican desde algunas instituciones y partidos políticos de nuestro país. Días que han servido entre otras cosas, para evidenciar la hipocresía de un sector político e institucional que una vez más nos vuelve a decepcionar con su atronador silencio ante los agravios y humillaciones que sufrimos:
Ante esto, desde las élites de la ética política, solo hemos podido escuchar un silencio atronador.
Es absolutamente vergonzoso que haya quien se erija en referente ético, y regla en mano se atribuya la potestad de medir la calidad ética de otros y a la vez calle ante las humillaciones y agravios que padecemos las víctimas de la violencia de Estado. Que enmudezcan ante las declaraciones explícitas de enaltecimiento y apología del terrorismo de Estado que nos han hecho estremecer estos días.
Hace unos días, el Lehendakari decía que la convivencia es un reto ético que se se debe orientar al encuentro, nos preguntamos donde está él cuando las agredidas de manera clara y directa somos las víctimas de la violencia del Estado?
Todo esto ha sucedido en apenas 10 días, entre los que también se encuentra la declaración del 18 de octubre realizada por EH Bildu y Sortu.
Muchas personas perdimos mucho, y el respeto y el reconocimiento mutuo es una realidad que hemos venido construyendo en los últimos años, desde la pluralidad, desde la distancia ideológica entre quienes más perdimos. Algo que no se recibe de la mayoría de la clase política.
Tras esa declaración algunas víctimas de ETA así como distintas personas a través de redes sociales, han colocado la pelota sobre el tejado del PSOE en relación a los GAL, a las FSE que también asesinaron y torturaron a personas. Sin duda agradecemos esas expresiones y demandas, obvias en el contexto de estos días, pero convierte aun más si cabe, en inaceptable desde la perspectiva política, ética y humana, la hipocresía de la mayoría política e institucional de este país, que parece no tener ningún interés en demandar el reconocimiento del daño causado a los responsables de nuestro sufrimiento. No tienen ningún interés en dar pasos como los que ya otros han dado.
Las víctimas integradas en Egiari Zor, nos dirigimos a los responsables de nuestro sufrimiento, para decirles alto y claro que llevamos muchas décadas esperando a que reconozcan el daño que nos causaron.
Los responsables de nuestro dolor tenéis siglas políticas, nombres y apellidos, uniformes de distintos colores y compartís la misma impunidad.
Sois los herederos de la dictadura militar, los de la reforma sangrienta, los responsables del terrorismo de Estado, los del plan ZEN, la Tortura sistemática y las versiones oficiales, los arquitectos de la política penitenciaria de exterminio, los que disteis apoyo a una estrategia de Estado que vulneró, desde muchos frentes nuestros DDHH, entre otros. Para quienes no hay exigencias éticas, ni responsabilidades que asumir, ni caminos que recorrer.
Estamos esperando a que seáis capaces de cumplir con el nivel de exigencia que establecéis en base a una supuesta superioridad ética que desde luego se torna en una tomadura de pelo de mal gusto para quienes sufrimos la violencia ejercida desde los aparatos del Estado.
Estamos esperando a que prediquéis con el ejemplo, a que seáis capaces de dar los pasos que otros ya han dado y de exigir lo que estéis dispuestos a dar.
El nivel de hipocresía demostrado estos días transgrede lo humillante. Esperamos que el modelo de convivencia que algunos defienden, no pretenda obviar las responsabilidades derivadas de la violencia de Estado en el marco de la confrontación armada vivida. Esperamos que no pretenda obviarse que existe un conflicto político que ha de ser resuelto, si de veras creemos en un marco democrático de convivencia.