Reunión con los responsables de la Secretaría General para la Paz y la Convivencia del Gobierno Vasco

La Fundación Egiari Zor se ha reunido el 13 de septiembre con Mónica Hernando, Directora de Víctimas y Derechos Humanos, y Jonan Fernandez, Secretario General para la Paz y Convivencia, para solicitar la elaboración y puesta en marcha de una nueva Ley integral que dé amparo y protección a todas las víctimas de vulneraciones de DDHH y mostrar nuestra voluntad de colaboración en ese cometido.

Habiendo finalizado el pasado 10 de agosto el plazo para que aquellas víctimas que sufrieron la violencia de motivación política entre los años 1960 y 1978 pudieran cursar solicitudes de reconocimiento al amparo de la Ley 12/2016, la Fundación Egiari Zor ha querido compartir con los responsables del Gobierno Vasco una valoración de la dificultades que las víctimas a las que hemos acompañado en todo este proceso han tenido que hacer frente.

También hemos criticado la falta de compromiso a la hora de informar a todas las víctimas interesadas, tomando en cuenta que la mayor cantidad de casos de vulneraciones de derechos humanos en este periodo son los de las personas torturadas y heridas. No se ha puesto en marcha iniciativa ninguna para tratar de llegar a estas víctimas. Según los datos, son por lo menos 1.566 las personas que sufrieron torturas entre los años 60 y 78; y más de 250 las heridas a consecuencia de la violencia de motivación política. La Fundación Egiari Zor ha tratado de ponerse en contacto con todas ellas. Pero pese al esfuerzo realizado, nos ha sido imposible contactar con todas, y finalmente hemos ayudado a tramitar 44 casos.

Para que situaciones de este tipo no vuelvan a repetirse en el futuro, hemos exigido al Gobierno Vasco que adopte medidas para que las normas habilitadas lleguen a aquellas personas a las que están dirigidas; y hemos presentado nuestra propuesta de elaboración de una nueva Ley integral que dé amparo y protección a todas las víctimas de vulneraciones de DDHH, sin limitaciones temporales. Porque estamos convencidas de que el pleno reconocimiento de todas las vulneraciones debe ser un proceso constante.