El Derecho a la Verdad no puede operar si no está en relación con otros derechos como el acceso a la información y la investigación eficiente. Y esta es una cuestión clave para entender por qué a día de hoy continuamos trabajando para que se establezca la verdad en torno a muchas violaciones de los DDHH producidas por el Estado en el contexto del conflicto político.
La legislación internacional en materia de DDHH así como el Derecho Internacional a Conocer la Verdad, no hace distinciones en función del origen de la violencia padecida, ni de la condición de las personas que la padecieron. Es igual para todas, es inherente a la condición humana.
En la rueda de prensa denunciaremos que a quienes sufrímos la violencia del Estado en el contexto del conflicto, se nos niega por ley el derecho a la verdad, por medio de la Ley de Secretos Oficiales; Además las Versiones Oficiales y la propia Ley de Secretos Oficiales siguen siendo un obstáculo en el camino hacia el reconocimiento de muchas de nosotras.
Proclamaremos que nuestro derecho a la Verdad debe ser necesariamente habilitado, que debe abrirse la oscura caja de las versiones oficiales y que, de una vez por todas, debe derogarse la Ley de Secretos Oficiales.